LOS BRASILEROS

 Llegaron de Brasil para hacerse Tuertos. Eliomar y Ederson son...
Los Reyes del SAMBA-GOL

Sus historias son tan similares como su fútbol. Son de origen brasileño, tierra de la alegría, tierra del carnaval, tierra del fútbol.  Son por naturalidad delanteros, dueños de un toque especial, de un ritmo diferente, de un juego tan vistoso como efectivo. Ambos llegaron a Defensor Sporting con la idea de ser alguien en nuestro medio, de mostrarse, de ganar, gustar y convertir goles. Hoy se puede decir que lo han logrado, le cambiaron la cara al juego de los tuertos, se han mostrado y se han hecho conocer. Han ganado y han hecho ganar, han convertido goles y los han hecho convertir. Le han puesto un sabor diferente a nuestro fútbol, el sabor de la tierra del samba. Ellos son, Ederson y Eliomar.
         
La tardecita del Franzini fue el escenario de la entrevista con estos dos norteños de características similares, no solo futbolísticamente hablando, sino también en sus características personales. Una mezcla de chicos introvertidos y muy medidos a la hora de dar una respuesta. Siempre pensando que decir y como decirlo. De cualquier forma lograron expresarse y hacerse entender, así como lograron meterse en un lugar de este fútbol uruguayo. Haciendo la pausa justa, con la cabeza levantada y las ideas claras. Esquivando con un sutil quiebre de cintura las preguntas comprometedoras, saliendo airosos de aquellas complicadas y, en el momento justo, metiendo el zapatazo medido para dejar descolocado al que tienen enfrente. Sus vidas han transcurrido, también, por senderos similares. Nacieron en Gravataí, un pueblo cercano a Porto Alegre y jugaron al fútbol casi al caerse de la cuna... "mi padre siempre me dió mucha fuerza, mucho empuje, porque su gran sueño era tener el orgullo de que su hijo fuera jugador de fútbol..." nos revela el más tímido de los dos, Ederson, quien a medida que transcurre la charla comienza a soltarse y a hacerse entender mejor, "...por suerte lo conseguí, estoy muy contento por eso y le debo a ellos el haber llegado. Cuando uno comienza a jugar al fútbol, lo hace porque le gusta, porque lo lleva en la sangre. Ese es el momento en el que tu familia te apoya, te lleva a la cancha, a un club a practicar para que en el futuro puedas llegar. Esto demanda mucho sacrificio por parte de ellos. Entonces el día en que llegás, el día que lográs realizar el sueño, no debés olvidarte de todo eso. El día en que te convertís en jugador profesional, no solo jugás porque te gusta, jugás por tu familia..."

Para Eliomar fue tal vez más difícil llegar a ser un jugador de fútbol. No solo por las mismas carencias que tenía su compadre Ederson, " yo vivía en una ciudad lejos de Porto Alegre, lejos de todo. Una ciudad muy chica de la cual no salen muchos jugadores, pero tuve la suerte de que tenía un tío que vivía en Porto Alegre que me inició en el fútbol."

Este tío de Eliomar se lo llevó a vivir con él cuando tenía 14 años. En Porto Alegre pudo aprender lo que a él le gustaba, jugar al fútbol. Aprendió en las calles, en las "rúas", en los potreros. Conoció lo que el llama cono "malandrades" del fútbol, lo que para nosotros son picardías. "yo creo que es muy importante cuando uno crece en una familia humilde, a medida que va obteniendo las cosas, aprender a darles valor, a querer llegar más lejos cada día. Uno no se puede olvidar por lo que pasó antes. Hoy en día yo puedo vivir de el fútbol, pero no me puedo olvidar de todos los sacrificios que tuve que hacer yo y mi familia para llegar." 

Al ir creciendo, el fútbol les fue apasionando cada vez más. Pero esa pasión se fue transformando cada vez en algo más serio. Se fue transformando en una profesión. En el sustento para sus familias. Dejaron un poco de lado otras aspiraciones y comenzaron a jugar con el objetivo de algún día llegar a primera.

EDERSON EN GREMIO, ELIOMAR EN GUARANI

A pesar de lo similar de sus carreras y sus vidas, sus comienzos fueron bastante diferentes. Eliomar comenzó en un equipo chico, desde abajo, y Ederson comenzó en un equipo grande, el Gremio de Porto Alegre... "comencé en el Gremio en las divisiones inferiores hasta que a los 22 años, cuando tenía la posibilidad de ascender a primera me cedieron a préstamo. Hubiese querido seguir, era lo que quería, pero me prestaron a equipos chicos. Para un jugador es una situación difícil, porque yo siempre soñaba con jugar en el Gremio, pero bueno, después me fui acostumbrando con esto...". El Gremio lo cedió a préstamo a tres equipos, al Ipiranga, Garichiña y al Guaraní. En éste último fue en donde conoció a Eliomar. En el Guaraní compartieron la delantera del equipo. Ederson jugaba un poco más retrasado que su posición actual, casi de enganche y Eliomar jugaba de punta. Por esos tiempos comenzaba a gestarse una dupla matadora en el ataque.

Eliomar, por su parte comenzó en un equipo chico, el Guaraní en 1992, "ahí jugué en la tercera división hasta los 21 años, fuí a jugar a otro equipo chico y volví al poco tiempo a Guaraní. En 1997 hicimos una buena campaña, con buenos resultados, me pude destacar y me salió un pase para un club grande, el Curitiba." Allí disputó el campeonato brasileño de ese año y al siguiente volvió al Guaraní. El año pasado le surgió la posibilidad de un pase a un equipo de Suiza, por intermedio de uno de los dos contratistas que en ese momento tenía. "Al llegar allá me di cuenta de que no era lo que yo esperaba y volví a Brasil y llamé a mi otro contratista y al otro día ya estaba en Defensor."

LA FUSION CON LA VIOLA

El primero en llegar al equipo violeta fue Eliomar. No tenía conocimientos de lo que era Defensor como equipo y al llegar se llevó una grata sorpresa. "fui conociendo el club poco a poco y creo que un jugador puede jugar tranquilo acá. Se cobra al día y eso es muy importante para que un jugador pueda pensar solo en jugar al fútbol. Pero no solo eso, la infraestructura del club es muy buena. Fuera de fronteras no se conoce mucho de Defensor y estoy seguro que nadie se imagina que pueda tener tanta organización." Llegó al equipo violeta el pasado año para sustituir a su compatriota Emerson, quien había cumplido con creces pero debió emigrar a fines del campeonato. Eliomar pudo cubrir muy bien el lugar que dejo su compatriota. A principios de año, Eliomar le recomendó a Defensor la contratación de su coterráneo Ederson. La gente de la farola no dudó de sus palabras y se puso en contacto con un contratista que llamó a Ederson para finiquitar su incorporación. 

Ambos reconocen haberse llevado una muy buena impresión del equipo de la farola, "no sabía que era un cuadro tan organizado, con tantos socios, con hinchas que siempre apoyan..." reconoce Ederson.

EL PRESENTE, PROMESA DE FUTURO

 El presente de ambos en Defensor es sumamente promisorio. Nadie puede dudar de que han sido pieza fundamental en el equipo de Auntchaín y pesadilla para cualquier defensa rival. Tomemos en cuenta además lo difícil que es para cualquier extranjero adecuarse a una vida nueva en otro país y en un fútbol diferente. " A pesar de las diferencias, el campeonato gaúcho es muy similar. Se juega fuerte, se habla... bueno acá los defensas nos hablan mucho. Debe ser porque somos extranjeros y piensan que vamos a arrugar..." dice con un dejo de rebeldía Ederson. "lo que sucede es que ellos no se imaginan lo que nosotros estamos pasando, no toman en cuenta que a pesar de que en la cancha somos rivales, también somos profesionales como ellos. Tenemos nuestras vidas, nuestros problemas, que seguramente ellos no tienen porque no están como nosotros, lejos de sus familias, de sus cosas, de su tierra."

También hablamos del tema estrictamente futbolístico, " a nosotros lo que nos faltó fueron canchas buenas. Nacional, por ejemplo siempre juega en el Estadio Centenario y cuando salía jugaba en las canchas de interior, en Paysandú, en Rivera o en Maldonado, que tienen buena gramilla. Nosotros perdimos partidos en algunas canchas en mal estado, que fueron fundamentales, y para colmo el día que jugamos contra ellos en el Centenario, el piso estaba en muy mal estado. El cesped se levantaba solo..., ese día ninguno de los dos hizo un buen partido. Con esto no le queremos sacar los méritos a Nacional que es un muy buen equipo y por algo es campeón, pero si no hubiera sido por las canchas seguramente no hubiese habido tanta diferencia con el resto."

EL FUTURO... INCIERTO

Al finalizar la primera mitad del año, el balance tanto de ellos como de Defensor, ha sido bastante bueno. Ederson y Eliomar se despidieron con un gol cada uno en el último partido frente a Deportivo Maldonado. Defensor culminó segundo a tan solo un punto del Campeón, Nacional, ganando 10 de los 14 partidos jugados, empatando tres y perdiendo solamente ante los tricolores. Esto deja a los tuertos como serios aspirantes al título del Clausura y como el equipo con mayores posibilidades de pelear en la tabla anual con Nacional. Ahora bien, para poder realizar otra campaña similar, seguramente querran contar con los norteños que fueron pesadilla para las defensas adversarias. Aunque por ahora nada es seguro, se han corrido rumores de algun posible pase, al menos de uno de ellos, al exterior."En primer lugar, para abajo nunca. Si saliera un contrato tendría que ser de Defensor para arriba. Si quedara en Defensor sería bueno, yo creo que el jugador vive de lograr objetivos y éstos deben ser cada vez más altos. En Defensor nos sentimos muy bien. La gente nos apoya, el grupo de jugadores es muy bueno y la directiva se ha preocupado porque nos ocupemos solo por jugar, que eso no se logra en cualquier lado..." Eliomar no anda con vueltas y expuso su pensamiento. Ederson también tenía el suyo... "lo primero es pensar en Defensor, que no pudimos ser campeones en el Apertura y si nos quedamos tenemos que dar todo para lograr el Clausura o la tabla anual. Si aparece algún contrato que nos beneficie a nosotros y a Defensor nos iremos pensando que Defensor fue una puerta que se abrió para nosotros y que nos gustó mucho jugar acá. Si nos quedamos, estaremos muy contentos  y daremos todo por Defensor..." Las palabras de Ederson fueron las que cerraron la entrevista con estos dos muchachos norteños. Se fueron como chiflando bajito, con una bolsa de humildad sobre sus hombros y nos dejaron la misma imágen que al verlos por primera vez. Tienen pinta de bonachones, de humildes, de muchachos callados, de esos chicos de ciudad pequeña que aprenden a valorar lo que han ganado sin olvidarse de lo que han pasado. Tienen pinta de romperla, tienen pinta de potrero, de mininos de "rúa", de botijas laburadores, tienen pinta de otro pueblo, de otra ciudad, de otro país. Pero hablan un idioma universal, el del fútbol. El mismo idioma que les enseñó a vivir, el mismo idioma que los hizo recorrer canchas de su tan querido Brasil, el mismo idioma que los trajo hasta estas tierras para ser... embajadores del samba.

 Por Gustavo Placeres.